Jaime Gutiérrez Bayo

Fundador y CEO
A principios de febrero de 2019 nació este proyecto que no es solo una iniciativa empresarial sino también un proyecto vital. BRUMA representa el cambio de modelo de vida que me permitió volcarme en mi familia, especialmente en mis hijos Bruno y Marco (que dan nombre a la empresa), y en mis pasiones, muy ligadas a la mar. De hecho, la bruma es un fenómeno vinculado con ella.
En aquel momento, yo ya había dedicado 19 años de mi vida a trabajar por la sostenibilidad y por la participación ciudadana desde distintos ámbitos. Comencé mi carrera laboral como becario de un centro de investigación medioambiental y, después, estuve vinculado laboralmente de distintas maneras al departamento de medio ambiente del Gobierno Regional de Cantabria. Durante los casi 12 años que duró esa etapa de mi vida tuve la suerte de compartir el viaje con un grupo humano increíble con el que pude impulsar, entre otras muchas cosas, los procesos de Agenda 21 Local de la región, múltiples iniciativas de educación ambiental, cursos de formación y un largo etcétera. De aquella aventura pude llevarme montones de contactos de todo el país y un profundo conocimiento de cómo hacer que las cosas funcionen en una administración regional.
Terminado ese largo viaje de 12 años, y movido por la inquietud y por las ganas de seguir vivo, inicié de inmediato una nueva aventura como investigador de una fundación universitaria y ligado al Departamento de Ciencias y Técnicas del Agua y el Medio Ambiente, donde mi maestro y amigo desarrollaba su labor como profesor además de dirigir los proyectos en los que me embarqué los 7 años siguientes.
Esos 7 años fueron apasionantes. Pude colaborar en proyectos de mucha envergadura, trabajé para distintos organismos multilaterales, también como consultor individual, y viajé en muchas ocasiones por Latinoamérica para hacer trabajo de campo, participar en proyectos, impartir conferencias y conocer sus culturas y a sus gentes. Mis recuerdos de aquellos viajes a México, Argentina, Colombia, Brasil o EEUU son imborrables.
Una vez finalizada esa etapa di un nuevo salto para impulsar mi propio proyecto. Siempre había querido hacerlo, pero no se habían dado las circunstancias o, más bien, yo me había acomodado. Ese es el comienzo de BRUMA, un proyecto con el que realmente siento que hago lo que quiero y que puedo ofrecer una labor de consultoría totalmente artesanal y personalizada.